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Insomnes

Publicado el , 3 de Abr de 2013

Esperé toda la tarde que se iluminara la puerta de entrada hacia la fantasía.

Sentí la trayectoria de cada pulsación

y el ritmo ascendente del aire desde el fondo de mi pecho

con cada alerta del buzón y ante cada vibración del aparato telefónico.

Ahogué en una taza de café dulce una tras otra las horas,

y estrangulé contra el teclado la tentación de desatar mis zapatillas.

Atendí automáticamente casi todos los asuntos pendientes,

con la velocidad de quien satura su cerebro para bloquear la médula,

pero mi médula, al igual que yo, casi siempre hace lo que quiere

y le ordenó a todos a mis sentidos permanecer alerta, vigilantes.

Esta noche seremos más los insomnes.

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Sobre el autor

DIANA ISABEL

Crecí en medio de declamadores naturales y autodidactas de la poesía popular del Indio Duarte y Rómulo Gallegos, pues mi abuelo materno, mis tíos y mi madre, hacian en mi infancia unas tertulias maravillosas con las obras de estos poetas que se posesionaron y habitaron mi imaginario infantil, como si se tratara de los personajes de los cuentos de hadas sobre los que hablaban los otros niños, incorporándose a mi cotidianidad con la misma naturalidad que los juegos de muñecas o las primeras letras. En mi adolescencia, tuve un encuentro cercano con los grandes clásicos de la literatura universal, gracias a la educación pública de mi colegio de pueblo, a la que sin duda debo el hacer de mi mujer crítica, aguerrida, que no siente miedo de expresar lo que piensa, y que ve en la poesía la "zona gris" en la que conviven en perfecta armonía lo divino y lo humano, lo terrenal y lo etéreo, lo tangible y lo profundo. Luego vinieron con los años otros asuntos complejos como el amor, el placer, el dolor, el erotismo y la maternidad, que decidieron autonomamente aflorar y maniestarse en mi ser femenino, aún a pesar de mi razón, a través de la poesía. Y para completar la alquimía de lo que soy, decidí hacerme abogada, vocación que practico con la misma pasión que se transluce en cada una de las frases que componen mis poemas. Hoy soy en suma, simplemente una mujer que habita concientemente su destino.



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