Como si fuera la primera vez.

(Dedicado a quien más le valiera no enamorarse una sola vez, cuando de tantas formas se enamora)

 

Y así comienzo el día:

 
Sin la fortuna todavía
de despertar besando su sonrisa
llena de secretos y con ese sabor ácido del dolor,

 
Impávido ante su brillante mirada que aunque ausente de mi
parece un estallido de estrellas  en plena mañana

 
Pasan las horas  y me inquieto por el embeleco que ofrece el ritmo de sus caderas
que se pasean por el pasillo de mi oficina

 
Hipnóticamente encantado con sus ojos  eléctricos
que me atrapan en el deseo de perderme en ellos
al sabor de un par de margaritas y un flamenco

 
Las horas no se detienen, y en su constante ir  busco otra excusa para verle de frente y sentir como adolezco de su aroma en todo mi cuerpo

 
Deliro ante su encantadora inteligencia
Que hace más innegable aún su belleza

 
Procuro sucumbir de su diestro talento
Para hechizarme con sus palabras
Y evadiendo algunos afanes para darme al éxtasis de caer en la tentación 
de dejarme provocar  de su boca inquieta 

 
Desalentadamente esperanzado
en la noche que vendrá para cuidar mi sueño,
para cubrirme del frio con la exquisitez de la pulida figura de su piel
y es como el día se rinde al anhelo

Termino la jornada:
Me dejo vencer  ante la fortuna
de pensar  que más me valiera seguir sin una única razón
que me inhiba de este infernal placer,
de enamorarme de ella más de una vez al día.

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