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Grito a la soledad.

Publicado el , 11 de Jul de 2013
Una llaga en la boca, una llaga de un beso que jamás tuve.
La marca de unas manos húmedas, caricias de una sombra enferma.
Ideas que escapan, palabras que regresan siendo cadenas,
convirtiéndose su oxido en una vil angustia.
Los músculos de la cara son pétalos de dalia marchita,
de dalia moribunda y dolorosa,
en las mismas dalias que están incrustadas las lágrimas de Frida,
de Rimbaud y de otros más, a quienes la soledad les sobra.
Afuera podría haber peligro,
podría existir una desbordante astucia maligna,
Pero en casa hay unos gritos enloquecedores,
gritos que revientan tranquilidad,
esos gritos que atormentan conciencia.
La soledad podría ser una comprensiva compañía,
en mi mente es un duende que bebe de mi dulce esperanza,
que se alimenta de mis alegrías y que perfuma de iras.
Ahora estoy lela con la luna de Greiff,
ahora estoy sola como aquel aquelarre de brujas,
reviento de deseos vagos que llegan a ser cadáveres no sepultados.
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Sobre el autor

Alejandra Vásquez



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Hecha de todo y de nada.

Sólo estoy hecha de lágrimas, de puro dolor sin origen alguno. Estoy hecha de pura soledad y no tienes idea de lo tanto que ha pesado. Estoy hecha de tantos deseos y no tienes idea de cuántos no he logrado. Estoy hecha de tanta locura y no tienes idea de lo poco que la he ...

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