Las notas de mi alma.
Publicado el , 5 de Ago de 2013
No me digas nada te lo suplico,
Que no emanen tus divinos labios palabra alguna,
Guarda en silencio lo que ahora estas sintiendo,
Esas fueron las últimas palabras antes de partir,
Entonces mi alma como un acordeón enamorada
Tocó las notas más tristes de mi vida
Al ritmo de mis lágrimas amargas desconsoladas
Que nacían en mis adentros mientras veía sus ojos
Desencantados y tristes pero no menos hermosos
Que el cielo en la primavera a las cinco de la tarde,
Ojos de mirada pura y cristalina
Inocentes amigos de su alma y tesoro de la mía.
Las campanas repicaron en la iglesia
Como anunciando el momento justo
Donde mi vida se adentraba en el infierno,
Sus cabellos como mil palomas volaban con la brisa
Se despedían en silencio, la poesía viva y fuente de mis
Suspiros allí se quedaba, en medio de nostalgias y pesares.
y yo todavía me pregunto
Como es posible que sea tan hermosa
Joya preciosa tallada por Dios,
Angustiado y sin ilusiones emprendí el camino
Y mis suspiros tan sinceros como mi amor
Se mezclaban con mi llanto y los recuerdos
De mi adorada que a mis espaldas se convertía
En sueños de un vagabundo perdido y desorientado
Pero sincero y enamorado, mis pasos uno a uno
Dolían en mi corazón por ser quien pierde por amar.
Nunca supe si era el sol reflejado en su fino cabello
O era la luz misma naciendo de ella,
Nunca supe y nunca sabré si era el aroma de las flores
De ese humilde campo o era el aroma de su piel jugando con mis tristezas,
Sería su belleza o el ocaso lo que tanto me hacía llorar,
Porque llore como nunca lo había hecho
Y sentí que me desvanecía, que desaparecía
Con el paisaje y la poca luz que aún quedaba.
Mis pesares eran cenizas ardientes en mi pecho
Quemando mi sufrida desesperación en un camino
Sin rumbo que la mala suerte se encargaba de arar.
Su desaparecida sonrisa aun divaga en mi mente
Al preguntarme donde estará y quien acompañara
El camino de su vida porque la mía está marcada
Por una eterna agonía sin verla tan radiante y fulgurante
Pintando con sus colores angelicales mi humana existencia,
Sin saberlo de su piel perfecta y seda de los cielos
Surgen los matices de mis letras y la fuerza
Que hace correr la sangre por mis venas
Que todavía grita a veces su nombre en el silencio
Espeso de la noche donde nadie la oye.
Profundo como un abismo infinito es el amor
Que por ella siento después de haberla perdido para siempre
Caminando por los senderos de los trigales
Que un día me vieron prodigarle mis sentimientos
Más puros y reales.
Qué más puedo hacer en mi miseria
Que amarla con un corazón maltrecho
Y delirante cansado de vagar sin esa mujer
Razón sincera de lo que un día fue mi vida.
Qué más puedo hacer que soñarla para no morir tan pronto
Amando a la más hermosa e inalcanzable princesa
Anhelo encantado y solitario de mi corazón.
Que no emanen tus divinos labios palabra alguna,
Guarda en silencio lo que ahora estas sintiendo,
Esas fueron las últimas palabras antes de partir,
Entonces mi alma como un acordeón enamorada
Tocó las notas más tristes de mi vida
Al ritmo de mis lágrimas amargas desconsoladas
Que nacían en mis adentros mientras veía sus ojos
Desencantados y tristes pero no menos hermosos
Que el cielo en la primavera a las cinco de la tarde,
Ojos de mirada pura y cristalina
Inocentes amigos de su alma y tesoro de la mía.
Las campanas repicaron en la iglesia
Como anunciando el momento justo
Donde mi vida se adentraba en el infierno,
Sus cabellos como mil palomas volaban con la brisa
Se despedían en silencio, la poesía viva y fuente de mis
Suspiros allí se quedaba, en medio de nostalgias y pesares.
y yo todavía me pregunto
Como es posible que sea tan hermosa
Joya preciosa tallada por Dios,
Angustiado y sin ilusiones emprendí el camino
Y mis suspiros tan sinceros como mi amor
Se mezclaban con mi llanto y los recuerdos
De mi adorada que a mis espaldas se convertía
En sueños de un vagabundo perdido y desorientado
Pero sincero y enamorado, mis pasos uno a uno
Dolían en mi corazón por ser quien pierde por amar.
Nunca supe si era el sol reflejado en su fino cabello
O era la luz misma naciendo de ella,
Nunca supe y nunca sabré si era el aroma de las flores
De ese humilde campo o era el aroma de su piel jugando con mis tristezas,
Sería su belleza o el ocaso lo que tanto me hacía llorar,
Porque llore como nunca lo había hecho
Y sentí que me desvanecía, que desaparecía
Con el paisaje y la poca luz que aún quedaba.
Mis pesares eran cenizas ardientes en mi pecho
Quemando mi sufrida desesperación en un camino
Sin rumbo que la mala suerte se encargaba de arar.
Su desaparecida sonrisa aun divaga en mi mente
Al preguntarme donde estará y quien acompañara
El camino de su vida porque la mía está marcada
Por una eterna agonía sin verla tan radiante y fulgurante
Pintando con sus colores angelicales mi humana existencia,
Sin saberlo de su piel perfecta y seda de los cielos
Surgen los matices de mis letras y la fuerza
Que hace correr la sangre por mis venas
Que todavía grita a veces su nombre en el silencio
Espeso de la noche donde nadie la oye.
Profundo como un abismo infinito es el amor
Que por ella siento después de haberla perdido para siempre
Caminando por los senderos de los trigales
Que un día me vieron prodigarle mis sentimientos
Más puros y reales.
Qué más puedo hacer en mi miseria
Que amarla con un corazón maltrecho
Y delirante cansado de vagar sin esa mujer
Razón sincera de lo que un día fue mi vida.
Qué más puedo hacer que soñarla para no morir tan pronto
Amando a la más hermosa e inalcanzable princesa
Anhelo encantado y solitario de mi corazón.
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