De la Felicidad y otros cuentos

Dándome cuenta de los varios fines finales,
de la desdicha, la pregunta del ser, 
la conciencia de mi mismo.
Busco un relato, rebusco enseñanzas;
que la armonía y la paz no son lo mismo
y la melodía tampoco.
Coraje, los caramelos, unos chicos de por el barrio;
encontré un calvario; busqué en los olivos 
y luego emprendí el viaje de Zaratustra de razones
e intuiciones.
Asignándole un número a lo abstracto,
una explicación a la brisa,
la facilidad de la displicencia y el nihilismo.
Una ruleta de la madre Rusia, y su siervo Dimitri;
el tigre, la burocracia y un servicio público.
La vida del checo, los sombreros polacos, un loco de barba
y los laureles en el parque.
Un diamante, no hecho de minerales; la falta de necesidad,
las leyendas, los rangos, el dominio.
Comparé el sistema consigo mismo; aprendiendo del oriente,
y desorientándome en otros lados.
Los penthouse a la luna; el whiskey; sonrisas tácitas.
Ampollas en el sol con celebraciones y marchas de trompetas,
con trombones sin brazos.
La tracición de las monarcas, su efecto y sus alas.
El motor de los deseos perfecto en si mismo,
que con ahínco luchamos, con bromas y política.
Un camino que todos recorrimos, temiendo asaltos.
Un cuerpo apasionado; la prudencia de los verdaderos sabios,
añorando fines para medios y su recíproca.
Perdidos, todos, con errores y aciertos pasados, pero teniendo el día de hoy,
por algo se llama presente.
Entendiendo los juegos de palabras, las letras y novelas.
Las vidas que se cruzan con miradas,
la inmundicia, los sinónimos de google;
Andando moribundo, evitando el verso,
recordando todas las futuras memorias
y olvidando los pasados pensamientos.
ya que, el último gran conocimiento, es partir,
con una sonrisa, un amigo, el gnosos sin logos,
y yo.

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