Decir a dios...

Digo a dios a los pliegues de tus piernas
justo donde no volveré a besar;
En lugar de solamente sentarme a recrear
esas tardes de verano dedicas a ellas

Digo a dios a tus caderas de formas  infinitas
justo aquellas que no volveré a apretar;
A cambio de estar dibujando en el aire
las curvas del deleite que marca  tu ropa interior

Digo a dios a tus senos ensoñadores
justo a ellos que no volveré a morder;
En vez de actuar fuera de escala
en las mañanas que engendran tu olor juvenil

Digo a dios a tus manos de luciérnaga
justo ellas, que no volveré a acariciar;
Por pensar explícitamente en la ruta
que va de tu abdomen a tu sexo

Es mejor decir a dios,
que estar fuera de foco, que quedar fuera de casa
en medio de una lluvia que no tiene tu nombre
a dios...
 

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