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No supe qué hacer.

Publicado el , 22 de Sep de 2013
No supe que hacer…
No supe que hacer en el preciso momento 
De tenerla frente a mí,
Cuando el viejo reloj de madera colgado en la pared 
Se detuvo a observarnos,
Estábamos inmóviles, parecíamos un par de muebles
Más en esa sala oscura y silenciosa que marcaba las seis treinta de la tarde.
Juro que no tuve palabras, mi léxico se congeló,
Tal vez fue por el frio sepulcral que nos rodeaba,
Su mirada de tristeza clavada en mis ojos invernales,
Buscaba esperanzas y expresaba el temor de un adiós,
Me hacía sentir tantas indescriptibles cosas…
Entre otras mucho miedo, mil ideas pasaron por mi mente,
Imágenes de su hermoso cuerpo surcando el lindero 
De la insensible puerta que estaba a sus espaldas,
Pero no pude reaccionar, fue ese problema 
Que tenemos los humanos de no saber qué hacer
Cuando la situación nos exige una reacción inmediata.
Y pensé en que era inevitable el momento
En el que el reloj volviese a marcar el tiempo,
Y justo allí lo hizo, me di cuenta por las luces de los carros de la calle
Que entraban por debajo de la puerta,
Le di paso a lo ineluctable, aparte mi profunda mirada de ella,
Y entonces escuche el horrible sonido de sus tacones 
Alejarse sobre el piso de madera,
No me derrumbe hasta que escuché el frio golpe de la puerta
Romper mi silencio, y entre las sombras caí de rodillas,
Se desplomó mi alma, mi imperio.
Entonces la imaginé con su mirada en el asfalto caminando cerca
De donde me había dejado,
Y supe que podía correr y alcanzarla
Para abrazarla tan fuerte como se puede abrazar al amor de verdad,
Pero no tuve las fuerzas, mi cuerpo ya no respondió,
Y la dejé irse…
Fue mucho más que una puerta lo que se cerró esa noche,
Fue mi vida que me abandonó, mis fuerzas y mis sueños.
Pero en verdad juro que no supe que hacer…
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Sobre el autor

Victor Porras

solo deseo hacer mis sentimientos palabras...



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La fantasía.

Que fantasia mas hermosa perderme en tus ojos de delicados toques de ambrosia. en tus labios de adorable esencia de la flor en tus mejillas praderas de la inmensidad bajo el ocaso celeste de tu corazon, Que fantasia mas hermosa conocer el paraiso en tu belleza en tu voz de angel, en tu piel de seda, ...

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