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Selvatica.

Publicado el , 29 de Dic de 2013
Repose entonces mi cabeza sobre la almohada, cerre los ojos e imagine...
Mi cama eran apenas los cuatro trozos de bambú, que formaban mi balsa. En cada extremo de la balsa velas y flores, muchas flores recubriéndome.
La baldosa sucia que nunca trapee ,se deformaba en rió, rió al borde de la selva amazónica.
La música que deje sonando en el antiguo toca discos, comenzó a tornarse salvaje; voces de gargantas afro me hicieron bailar el alma, apenas una tambora un maracon y un piano de la selva acompañaban aquellas voces que solo se pueden escuchar adentrándose en aquella selva.
Una sombra apareció entre las voces para desatar la cuerda que sujetaba la balsa.
Así fue como aquella noche dormí queriendo morir entre rituales.
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Sobre el autor

Bakuru Camocara



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A clara elena

Se llama clara, su nombre, una paradoja; Clara solo su piel y su roce. Oscura mirada, oscura vida, oscura habitación que la ve lamentarse noche y día. La calle la ve sonreír, le ve amistosa y en segundos solitaria, yo la veo, como otros no pueden, y amaría verla como esas ...

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