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Desde entonces

Publicado el , 5 de Ene de 2014
Volamos juntos un día
y nos quedamos parados en una rama todos los demás;
con nuestros dientes arrancamos nuestras alas
para no perder contra viento de la ansiedad.

Desde entonces:


Decidimos jugar a quemarle los pies al diablo,
a poner velas junto a las ventanas,
y contar ovejas ajenas dentro de la misma cama.


Decidimos ver amaneceres juntos, sin despertar,
ir a buscar tesoros sin ganas de encontrar,
mirar siempre hacia el mismo lado
pero no hacia el mismo lugar.


Decidimos vernos a diario sin nada preguntar,
jugar siempre el mismo juego,
sin saber perder, o ganar.


Fuimos un reflejo de lo que quisimos,
mas no un reflejo de lo que realmente fuimos,
y siempre de nuestra libertad huimos
para creernos encontrar.


Un día el recuerdo que hacía sombra a nuestro engaño decidió partir,
nuestras alas crecieron de nuevo en el prolongado y oscuro silencio,
el invierno suplanto a la primavera,

y desnudos ante el frío nos vimos al fin como una cosa cualquiera.

Costumbres, equivocaciones, y otra clase de adicciones,
como la de confundir el amor con la necesidad de amar,
es de la que se construye ahora el cementerio de nuestra oportunidad.


De costumbres, equivocaciones, y otra clase de adicciones,
lo único que me queda, desde entonces, 
es esta maldita costumbre de todos los días tenerte que olvidar.

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Sobre el autor

Alfredo Peña

twitter: @AlfredoPenha



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