De mañanas contigo

En mañanas dormidas como éstas,
donde el sol baña todas mis teclas,
el lugar donde guardo tus muecas,
las que cuecen mi corazón y tientan,
se ilumina con el recuerdo de tus ojos,
y paredes que alguna vez fueron oscuras,
ahora susurran melodías que me empujan,
con sutileza y sobre nubes en el desayuno,
quedándome despierto, pero dormido,
ante la sencillez con la que actúas,
la entrega con la que te has venido,
el andar despreocupado y con altura
y tus besos tan suaves para el camino.
Mientras salgo con mi bolso a cuestas,
cada escalón que voy bajando anuncia,
que este día pasará lento y sin fiestas,
hasta que llegue a la noche, en tu blusa,
y vuelva a encontrarme con tu piel,
que aveces parece atraparme integro,
con tus caricias surcando como pincel,
las zonas más discretas de lo íntimo,
dando paso a las charlas interminables,
que se funden en bostezos transpirados,
para dar lugar al sueño tan deseable,
entre tus brazos y mis brazos arrullados.
Así está el día mi amor, sin tu perfume,
recién comienza y ya revienta la tinta,
ansiando vuelva la noche que nos une,
para vivir la historia igual, pero distinta.

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