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LA ESCOBA

Publicado el , 3 de Jun de 2014


Me ha tocado barrer sobre mi cuerpo
Y he encontrado polvo de letras, ripios de un corazón
He recogido viruta en mis manos, trizas de mi razón
He barrido las erquirlas incrustadas en mis ojos
Y me ha tocado recoger de mis días, malezas y rastrojos
He ido a los rincones a barrer las astillas de mis huesos
Los fragmentos de mi vida, la fracción de mis rezos
He barrido las partículas de mis sueños, de mis recuerdos
Las moléculas de mi vida y los corpúsculos de mis muertos
He barrido la polvoreda de mi camino
El escombro de mi casa y el desecho de mi destino
Me ha tocado barrer el residuo de mis fracasos
La hojarasca de tus besos y el cascajo de tus abrazos
Me ha tocado barrer las sobras de mis palabras
Las migajas de tu pan y el vestigio de lo que hablas
He barrido sobre mi piel desnuda
He barrido las migas de la certeza y la escoria de la duda
He barrido todos los sobrantes
He barrido el orujo del ayer y el reguero de mí antes
Me ha tocado barrer todo mi remanente
Las escamas de mi pasado y toda su gente
He barrido sobre el desecho de mis manos
Y toda la tierra de mis días vanos
He barrido sobre una piltrafa de silencios
Los restos de las horas y las sobras de los almuerzos
Me ha tocado barrer, de mi poesía, toda la basura
El serrín de tus ojos y los trozos de tu mirada dura
Los pedazos de mi noche y el despojo de mi tarde
La mugre de mi ser y la cenizas de lo que no arde
Los añicos de mis insomnios, las piezas de mis desvelos
Y toda la escarcha de tus silencios de hielo
He barrido el sedimento de mi espíritu, el asiento del alba
La arcilla de tu cuerpo y el barro de tu alma
He barrido
He aprendido a barrer
He barrido el jardín de mis noches, el cuerpo de mi alcoba
Y todo lo recogí, en mis letras y sin escoba.
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Sobre el autor

Kmilo

con la muerte del poeta antioqueño Gonzalo Arango, hombre irreverente, el Nadaismo en Colombia cae en un abismo de silencio y quietud. alguien habría de desenterrarlo, rompiendo con las ya repetidas y tediosas frases y poemas de un romance copiado y lejos de cualesquier sentimiento transformador. se requiere una poesía nueva, fresca, contundente y cruda, que transforme el carácter del amor, la vida, la sociedad, Dios, la religión, la muerte desde una óptica reflexiva, de exhortación e iluminación



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