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Deseos.

Publicado el , 7 de Jun de 2014
De nuestros labios, no queda más que la carne, porque la piel ya  la derrochamos con cada roce que se daban nuestros labios, deseosos de estar juntos por la eternidad; nuestras manos, aunque han recorrido todo nuestros cuerpos, no se cansan; no se cansan de sentir tu piel cálida como el sol de la mañana, y tierna como la primera mirada que nos dimos, y nuestros cuerpos no se cansan de estar juntos cada noche, recibiendo los albores de este nuevo amor que se gasta cada día, pero que no acaba. 
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Sobre el autor

Camila

nuestros cuerpos hicieron todo aquello que nuestras mentes desearon desde aquel momento en que nos vimos.



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Soledad.

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