Fragmento de “El diario de una ilusión utópica”
Tanto que odio las definiciones operativas y hoy, misteriosamente, como un hálito divino se posó sobre mi mente una buena definición de tiempo. Era necesario reevaluar la definición física, ¿un segundo es
el tiempo que se demora en recorrer la luz cierta distancia? eso decían algunos, pero cada vez se va alejando más la hipótesis de la que máxima velocidad sea la velocidad de la luz, ¿cuánto habrá disminuido su velocidad en 10 años?
En medio de la reevaluación de esta definición, salí un poco de la física y pensé una definición de esas operativas, de esas parecidas a la definición de masa, ¿qué tal definir el tiempo a partir del mismo tiempo? Pero no de cualquier manera, definamos el tiempo en función del tiempo ocupado en otras cosas, hagamos el tiempo más humano de lo que parece.
Definamos pues un segundo como una hora de sonrisas, o también un segundo como día de felicidad, o un segundo como 10 años no recordados. Siento que he olvidado algo, ah sí, hay que definir el tiempo en cada sistema, los ingleses querrán el propio, y entonces un segundo será el tiempo que dura el té en la tarde, y los chinos también querrán su unidad y entonces definirán un segundo como dos días de meditación, y los colombianos revirarán y también podrán tener su unidad de tiempo, y podrán construir la definición de un segundo como el tiempo que duró su gloria en el mundial del 2014. Así sucesivamente cada país, cada región si lo desea tendrá su propia definición de segundo, y no habrá confusión porque en cada lugar operará un segundo diferente, no habrá manera de cambiar de un segundo a otro, si alguien quiere saber qué es un segundo, deberá viajar al lugar y conocerlo en carne propia, ¿qué alguien quiere saber cuánto es un segundo portugués? primero tendrá que conocer la saudade porque muy seguramente ellos definirán el segundo a partir de este sentimiento propio y autóctono.
Cambiando la definición de segundo, será más difícil el espionaje, ¿el reloj? no debe de existir tal cosa. Todos sabrán manejar el tiempo sensacionalmente. La ciencia en cada país será diferente y, por tanto, tendrá que mejorar la educación para dar a conocer una buena cara del país, la guerra se retrasará un poco, porque ya no se podrá comprar un avión de guerra extranjero, ¡funciona diferente!
Ah lo sé, en estos momentos estarán pensando en las potencias armamentísticas, pero acaso los Estados Unidos, con tantos estados diversos ¿se pondrán de acuerdo en una unidad? Si no lo están y debido a la imposibilidad de cambiar de unidad, no podrá definirse cuándo habrá una reunión de guerra, o una reunión de lo que sea.
Nadie jamás estará en problemas con el tiempo. Si llegó tarde dirá que el tiempo de él es francés por ser descendiente Galo y no habrá problemas en el sistema de salud, ya no tendrán que preocuparse por el tiempo de espera, y el famoso time is money no será el lema que guíe de nuestros pasos.
Tantas cosas cambiarían solo con definir un concepto de manera humana y no metódica, deberíamos cambiar la definición de paz y no escribirla en términos mercantiles sino en términos humanos, y la definición de violencia, y la de subdesarrollo, y la de riqueza y tantas más que dominan el diario vivir.
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