IGNOMINIA
IGNOMINIA
RICHIELOAZUL
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Recuerdos de la meretriz; tantas caricias y besos,
Que ella le entregara, a ese niño preciado,
Hoy tan solo para ella, es un óbice de esos,
Porque todos sus enredos no ha ovacionado,
Porque él, despertó del engaño de sus embelesos,
Ahora lo quiere empaquetar y sacarlo de su lado.
Desecharlo de su vida, repitiendo la cadena,
Incrementando el desaliento, a golpe de pan y agua,
Arremetiendo venganza, como si debiera condena,
Sin saber que esta sembrando, herrumbre en su piragua.
Ahora recuerdo aquellos días de bella juventud,
Cual artista fingió su dolor, aquella tarde de plenitud
Engañando mi ego; vil tramoyista escondida,
Sangrante de temporada, temblante como hiena herida,
¿No sentiste su doncellez? Gritó un trovero frijolero,
¡Tu que eres, donjuán! ¿No lo sabes; que yo el primero?
Pronto quedo en cinta, amenazando asesinato,
Aconsejada por una Maria Eugenia; hija del demonio,
La que tapaba huellas, de todo su ayuntamiento,
Para salvar mi angel, le he pedido en matrimonio.
Muy ilota y engrupido; continué junto a su lado,
Rastrillando las paredes con las defensas de mi frente,
Enterado de sopetón; que con su tío, se había revolcado,
Discerniendo su pasado, me avergoncé ente tanta gente,
Y en medio de la contienda encontré lo mas amado,
Pero no pude seguirla, le he dejado tristemente.
Oh que horrible noche, y el Quirigua enlutado,
También su vientre; porque no dejó ni el rastro,
Con paletas destrozó; como su prima le habría enseñado,
Posiblemente hijo mió ó de aquel señor de pasto.
Entones cargue con ella, hacia nuevo rumbo desconocido,
Le compre un corte de pelo, un buen vividero y unos trapos,
Deje los amigos de barriada, y subí donde me ha pedido,
Su vientre nuevamente se ensanchó; fui feliz por unos ratos,
Pronto nació mi compañero, el que nunca de mi ha partido,
Los embarque de paseo a Frontino, a visitar a los airados.
Embriagadas de calentura junto a una Sor Patricia; que novicia no era,
Volaron en burbuja buscando bacanal, con un par de hacendados,
Dejando a mis hijos con un hombre de color, empapado en borrachera,
Que volcó otra burbuja ajena, dejando mis muchachos apretados.
Rezumando cueros y vídriales, las candentes animales,
Observaron a nietos y abuelo rodar por el abismo,
El pequeño confundido y mi angel dormido caminando entre parajes,
Continuaron su faena como par de cancerberas, olvidando aquel mutismo,
Desnudas a la carrera, enlodadas en semillas de magnates,
Luego todo consumado, la realidad mostró lo que parecía un espejismo.
Me enrede con mujeres milongueras como dice la canción,
Entradas, desequilibradas, putas reprimidas y damas liberadas,
Para olvidar el hielo seco que cargaba en su calzón,
Pero que en cambio para otros, sus ancas siempre fueron hendidas.
Aquellos días, deje todo abandonado y todo su servicio lo deje pagado,
Queriendo ser caballero, por aquellas noches resecas,
Pague la tumba de su padre, quien partió entre adormilado,
Fruto del ejemplo infundado por ella misma, a sus viejas.
Volé lejos del averno, donde infeliz viví engañado,
Salí como un condenado a la huida de purgatorio,
Viperina, ante todas las vecinas contra mi se ah ensañado,
Por que la bacterióloga ha quedado, sola en su laboratorio.
Mas todo lo que ha pasado, en este tiempo no son penas,
Soy feliz pues libre condena, olvidando aquel lupanar,
El sol brilló y el amor llego, a manos llenas,
Encontré una buena doncella, que me enseño lo que es amar.
Más lo que esputa mi alma y hace que broten mis rimas,
Es que aquella percanta, se ensañe contra mi hijo,
Que lo pisotee en el ama, olvidando del parto sus lágrimas,
Que de esta historia se crea doliente, como a muchos se lo dijo.
Que desechara su custodia, el quince de natividad,
Por que ha parido otro, amasado con otro en mi camastro,
Por que parir y malparir, viene con su dignidad,
Cuando el pequeño sea grande, también lo tirara como canasto.
Noviembre 30 de 2008
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