979
0

Carta embotellada

Publicado el , 29 de Abr de 2015
Sentado en alguna escollera…
Me quede observando las líneas de mis manos…
Ásperas como lijas…
Escasas de dar caricias…
Cortadas por las redes de pesca…
Testigos de mi oficio…
Como otras veces…
Corrí a las aguas…
A zambullirme…
A nadar…
Y es que el agua ha sido uno de mis vicios…
Tanto dulce, salada, como ardiente…
De mis experiencias puedo contarles que…
Existen constelaciones bajo los océanos…
Donde estrellas de mar viajan lentamente…
Creando nuevas constelaciones…
En un bosquejo de paraíso diferente…
Cambiante y misterioso…
En un universo poco inexplorado y conquistado…
En un lecho de arena y restos de coral…
Se escuchan cantos de ballenas…
Y por fuera el sonido de las olas del mar…
Inspiración de mitos y leyendas…
Como las de las sirenas…
Lugar para amar y desamar…
Cuando no pueda cazar estrellas fugaces…
Espero que alguno de mis deseos aterrice…
Haga nido…
En alguna perla…
Sobre arrecifes desconocidos…
En hoteles amorfos…
De esas colonias formadas por el tiempo
De paisajes fotográficos…
De ese soplo de diseños litográficos…
Donde existen vestigios de un antiguo mundo…
En lugares tan profundos…
Donde la luz no toca fondo…
Donde es difícil dibujar fronteras…
Mientras las corrientes y mareas…
Crean distintos caminos…
Donde la sombra de la luna…
Asecha esperando su turno…
Para mostrar esa  fuerza de atracción con el mar…
Donde al amanecer y al atardecer…
Entre el cielo y el agua salada…
Un beso se ha de dar…
Tras lo pesado de los años…
Me embarcaré en un viaje sin destino…
Sin mapa…
A donde el viento me lleve…
Y quizás alguna tormenta…
Me toque soportar…
Quizás mi muerte elija ese escenario…
Para partir…
Solo espero antes pueda elevar mis oraciones…
Y Dios tenga compasión de mi alma…
De una vida con imperfecciones…
De caídas y faltas…
Y de contados aciertos…
Con algunas cicatrices…
Con algunas marcas de días no tan felices…
Mientras me sumerjo en las entrañas…
Mientras me desvanezco en esa oscuridad…
Donde se destiñe el color azul…
En alguna playa…
Quizás alguien encuentre un viejo baúl…
Lleno de recuerdos y de algunos de mis tesoros…
Tal vez no sea recordado por nadie…
Ni sepan mi nombre de pila…
De este vagabundo de puerto…
Lo que sé…
Es que si algún día ya no despierto…
Confió ciegamente…
Alguien leerá esta carta…
Escrita por un viejo lobo de mar…
Que atraparé en esta botella de ron barato…
Por consumirse…
En alguna taberna poco concurrida…
Entre lágrimas, sal y limón…
Y esta despedida anónima…
- Para realizar comentarios debes iniciar sesión con tu cuenta de InkSide -

Este poema aún no tiene comentarios

Sobre el autor

Luis Felipe Lagunes Aranda

Ingeniero de profesión... jarocho de nacimiento... vivo en puerto... en "Veracruz... rinconcito... donde hacen su nido las olas del mar"... constructor de versos y víctima del sentimiento... fanático del romance... escribir es mi terapia...



- Leer más del autor -
Mi respuesta

Muchas veces me preguntan… Y ya no sé si expresarles mi respuesta… Tal vez no me entenderán… Lo cierto es que quedarse dormido… Y levantarse cada vez más cuesta… Pero no son suficientes razones para rendirse… Siempre que existan má ...

Recomendados