AL HOMBRE QUE LLEVO DENTRO

A veces,
me levantare en la mañana con tu nombre en mi mente
y tu recuerdo en mi alma,
unas horas más tarde te enviare un poema
que te hablará de mi despertar junto a ti 
y te refrescara el alma,
en esos días serás mi abrigo, el deseo cumplido de una estrella fugaz,
el prólogo de una novelesca noche junto al mar...

Me veras entonces como una hidalga, 
la mujer a la medida materna,
la poeta que instigara el vagabundo que llevas dentro,
más aún, 
habrán mañanas en las que amaneceré abrazada a un sueño
cuyo nombre no será el tuyo y en esos días,
aún si ti... ¡ Volaré !

la estrella dejara de fugarse, el prologo habitará otro recuerdo y el mar,
ése, se te hará ajeno, 
entonces,
nada de lo que pronuncies logrará conmoverme, 
estaré ausente, seré una extraña Azul,
y como ese día, habrán muchos,
en esas mañanas me veras como una mujer particular;
y de nuevo, tornarán los instantes 
en los que mi aliento amanecerá impregnado de ti y de alguien más, quizá,
me haré silenciosa e indescifrable,
no sabrás si buscarme en los recuerdos, 
o saberme ajena, lejana y Azul;

en esos días seré tan impredecible, que ni yo sabré de mi;
y seré yo más que nunca, más que nadie,
te garantizo que no habrán poemas frescos en las mañanas,
en esos días, 
el poema seré YO...Azul Virviescas

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