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Pastel

Publicado el , 5 de Ene de 2017
Pastel


Éramos blandos ante el error del otro,
disculpas claras, nos contentamos en aceptarlas,
se desmoronaba el endiosamiento propio, recibiéndonos,
un amor piadoso, así fue por mucho,
después ya no.

Las cosas cambian, solía pasarnos,
al colmo de querer nunca habernos conocido,
pero teniendo el corazón empeñado en una ilusión era
en realidad fácil restaurar, nos creíamos juntos,
inclemente convicción, nos decíamos inquebrantables,
así fue cada vez, después ya no.

En acercamiento, vernos a los ojos era sentir
que habían sido poco los desgastes por el otro,
anticipar el amanecer con elogios,
lo osado y lo aparatoso,
todo aportaba hermosura,
intacto era tan valioso, después ya no.

Tan cómodo el pensarnos únicos
y ser la primera opción para siempre,
lo que dio toda clase de formas a los sueños,
tanto lo deseábamos, sustentados;
Capaces de consolar cualquier falta y carencia,
después ya no.

Te fotografiaba como un loco y fingías no enterarte,
fuertes y ganadores, reales;
No había espacio para mantener un enojo
ni teníamos tiempo para mentir,
estábamos tan ocupados en vernos con tanta dicha,
qué liviana se había vuelto la vida,
cuando todavía componíamos todo con demencia,
después ya no.

Hoy, amas a alguien más,
tienes ese don, por eso me amaste,
yo volví a la costumbre aquella de estar solo,
como me encontraste.
Quise resistir morir para dar lugar a la vida sin ti,
pero crecer es también asumir pérdidas,
lo decidí luego de entenderlo.

Pastel para pedir perdón,
vez tras vez funcionó,
dimos hasta doler,
después ya no.


                                                                             Roger J. Robles


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Sobre el autor

Roger Robles

Cuidado con la poesía, nos absorbe vida cuando no sabemos manejarle, de ser así; con el tiempo es muy dura la pérdida, cuídate de sus cadenas. Víve antes de escribir.



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