El amor duele a la distancia.

El amor duele a la distancia.



Cómo puedo abrazarte, tú que tanto me incitas,

si la distancia te impide percibir mi temblor

de qué valen mis palabras si te llegan escritas

de qué sirven los besos si no irradian calor.



Tal vez por haber sido con exceso optimista

te he encontrado cercada de murallas de olvido

el rastro de mi sangre y mis huellas se han perdido.

Y como podré encontrarte, mujer de mi conquista.



Alguna vez la ausencia le deja el campo abierto

a quién la injusta suerte le pone en tu camino

porque estar lejos, es lo mismo que estar muerto

que despierta extranjero, de vuelta en su camino.



Te ignorarán mis manos al hacerte el amor,

mis ojos y mis labios omitirán el contacto,

y tu piel será ajena, remota a mi temblor,

sin que por eso deje de consumarse  el acto.



Sólo tenues murmullos, vibrantes alaridos,

sofocantes jadeos, o reposada calma:

la cópula a distancia que entra por los oídos

y convierte alma en cuerpo, y torna cuerpo en alma.





Jesús Quintana Aguilarte.

• Pensamiento