Escápate con migo

Te veo y aún trato de comprenderte, 
siento que se pierde la cabeza al entenderlo. 
Te escucho y veo frustrarse mis paños de agua tibia 
contra el caos que tus penas me piden.

Sentir tu presencia me llena, me destruye, 
me despoja de las fuerzas que necesito 
para hacerle frente a las miradas 
que entre sonrisas ocultan sentimientos. 

Tus ojos descuben aquello que las prendas no cubren, 
cual secretos que he jurado guardar
mis mascaras caen por la fuerza de las palabras
que como tijeras cortan los nudos en mi garganta

La curiosidad se esboza en tu sonrisa
mientras me escuchas intentar desenmarañar
las verdades que mi corazón te grita a cada instante,
encriptadas con inseguridades valientes
como cuando ya no queda nada más que hacer
para solucionar ese impulso que desde adentro 
atropella la idea de no dejarte de mirar.

Como fruto del caos te explico al resto de mi cuerpo 
y justifico el impacto que al imaginarte me sueles causar, 
me es ilógico que algo tan fuera de mi control
me derrote todo efectivamente y
habite dentro de tan aplastante belleza;

no pretendo que las expectativas se cumplan, 
quiero ser adicto a eso que me hace morir entre respiros, 
de esos ojos tuyos ya me resigne a ser prisionero, 
¡para que seguir luchando!
¡contra que seguir luchando!
¡a beneficio de que hacerlo!.

Camino a tu casa, entre edificios veo pasar
repetitivos latidos, frecuencias constantes, 
golpes del segundero del cronometro,
iré por aquello que no pienso dejar ir, 
experto de oportunidades perdidas soy,
haré que la vida misma se sorprenda al llegar primero

Sujeta lo que tienes, 
Deja las añoranzas,
en este viaje, si es que regresamos, 
ya nada nos sabrá igual,
No regresemos, 
quédate a mi lado que te quiero atesorar.

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