INDICIOS DE UNA MUERTE ANUNCIADA

Que no hay espacio que separe nuestras pieles

Y aun así, te quiero más cerca.

Que la música entra por mis oídos

Y dibuja tu recuerdo en mi mente,

Y no hay indicio más verídico que éste.

Que no hablo de amores pasados

Ni de cadenas que aún permanecen

Hablo de este instante, amor

Este instante que es eterno

Y dura lo que un parpadeo, un latido al unísono nuestro

Una nota seca y huracanada

Que hace eco en nuestro universo.

Entre tantas excusas a nuestra proximidad

El destino desdeñoso, que conoce los más íntimos deseos

Evadió los miedos, las circunstancias y el tiempo

Y nos apartó un lugar único, para ambos

Una ciudad mágica

Donde nunca sucede lo que esperamos

Pero sí todo lo que queremos.

Fluimos, sí que lo hacemos

Somos dos seres encontrándose

Y reencontrándose

Y en nosotros los colores pululan

Según la melodía que nos toquen, o que toquemos.

Que cuando te veo perdido entre compases

Creando sonidos etéreos

El vibrato que creas con tus dedos, me taladra por dentro

Y te veo tan distinto...

Te veo pájaro, viento, tiempo, te veo lluvia, gruñido

Te veo como una hoja cayendo, como corriente vorágine de un río extenso;

Eres la naturaleza comunicándose conmigo

Enseñándome, de nuevo

Cómo se reinventa el placer,  cómo se siente el amor

Que en ese momento de belleza caótica

Una estrella muere y nosotros renacemos

Nacemos de nuevo y nada conocemos

Pero así como el destino

Hemos evadido el miedo.

Que tus manos están hechas, para recorrer mi cuerpo

Tus labios, para pronunciar mi nombre mil veces

Hasta que sea completamente tuyo

Que no hay mayores indicios que estos, cariño

Que no hay límite que no hayamos sobrepasado

Que no temo, nisiquiera la muerte, así la vea a lo lejos

Si eres el autor y si es en tus brazos donde desfallezco

Porque en tus ojos resucito siempre,

En esa mirada tuya que dice más que cualquier poema.

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