1125
2

OASIS

Publicado el , 6 de Dic de 2018

De lejos vi una puerta entre abierta
supuse que era mi hogar. 
Habían flores en el jardín 
y olor a vos en todas partes. 

Cuando empujé 
costó abrirla lo suficiente 
para entrar, 
Y estando allí, sólo había vacío;
el tenue frío de la ausencia. 

Intenté regar las flores, 
poner muebles,
pinturas, el murmullo de tu nombre 
en todas partes. 

Aprendí que no cualquier espacio
entre una cerradura y tu mano abierta 
es un camino a casa,
una invitación a pasar. 

Salí de nuevo inconforme y mutilada 
dejé cada parte de mí en los lugares 
donde quisimos ser y nunca fuimos
así quizá puedas recordarme
cuando te veas a ti mismo. 

- Para realizar comentarios debes iniciar sesión con tu cuenta de InkSide -

Este poema aún no tiene comentarios

Sobre el autor

María.

Nací en Medellín, Colombia, un sutil espacio cóncavo entre las montañas, una ciudad hermética llena de historia, un lucerito alado, agresivo, fatalista, apasionado, crédulo y testarudo; llevo 18 años conviviendo con esto y conmigo y quizá no haya tanta diferencia. Hasta aquí me trajo el viento, pues he sido siempre un organismo sésil: carezco de tallo que me ate a la tierra y no logro poner los pies en el suelo. Lo que aquí comparto es una dulce introducción al caos, una muestra de mi hambre voraz por comerme el abecedario y adueñarme de todos sus caprichos y fluctuaciones, un pedacito de mi inconformismo que siempre aclama más. Más amor, más música, más movimiento, más palabras, más sexo, más vida, más ebriedad... que es lo que espero proporcionar con cada verso.




- Leer más del autor -
Indicios de una muerte anunciada

Que no hay espacio que separe nuestras pieles Y aun así, te quiero más cerca. Que la música entra por mis oídos Y dibuja tu recuerdo en mi mente, Y no hay indicio más verídico que éste. Que no hablo de amores pasados Ni de caden ...

Recomendados