4:49pm

Cómo si un fuerte viento me azotara la conciencia, El pasado grita que quizás la vida está más lejos de lo que mis pies han pisado o mi mente icónica me ha hecho soñar. Cómo una jugarreta de esconderse y huir por tantos años, la vida cobra por la ausencia, por las lágrimas derramadas y por el dolor que hemos causado. Cómo una puñalada directa a los ojos te apareciste, para remover cada ápice de mis sueños y secretos. En la intimidad de una tarde casi normal, pero que ha perpetrado en lo más profundo de los intestinos, así has llegado en el momento perfecto para hacerme despertar. He abierto mis ojos para recordar la voz que ya había dejado atrás, debiste ser más que un pasado, quizás hasta inspiración a esta imaginación que pareciera que nunca tendría fin. Puedo observar tus ojos, sentir tu respiración y tocar el aire que exhalas, aún cuando tus pasos están a kilómetros de los míos. Me pregunto una y otra vez el ¿Por qué? De esta conversación al parecer sin sentido, pero que poco a poco me hace sentir tan cómoda. Estamos en mundos distintos, en un misterio paralelo que nos hace agonizar, pero que también nos hace soñar con un día mejor, menos tortuoso y menos frío del que hoy estamos presenciando. Quizás sean los años, quizás la culpa de cerrar la puerta y huir la que hoy me hizo reflexionar, y dejando en un suspiro intento contener mis lágrimas ante la crueldad de mis actos. Si fue amor o no, esa respuesta ya la obtuviste de mi sincero aliento pesadumbrado. En ocasiones la voz entrecortada me delató, desnudando así que a pesar del tiempo el corazón aún tiene una memoria selectiva, pues conserva recuerdos que moldea como plastilina y a su antojo. Te he visto sonreír, como cuando era yo la causante, ahora con más honestidad puedo asegurar que: siempre serás uno de mis más grandes amores.

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