La dama de negro

Ella estaba siempre ahí.Desde niño la recuerdo.La soñaba.Con sus cabellos negros perfectos.Sus ojos obscuros.Mirándome siempre con ternura.Como una madre.Como una amante.Extendiéndo sus manos blancas hacia mi.Con un anillo de oro y un rubí.Vestida de negro.Exquisita.Sin un solo viso de luz.Ni en sus ojos.Ni en su cabello.Ni en sus labios carmesí.La amé siempre en silencio.La amo todavía.Me he acercado a ella.Pero le temo.A su hermosura.A su dulzura.A su mundo misterioso.A su aventura.No soy digno de ella.He preferido toda mi vida a las mujeres básicas.A las tediosas.Cuando una mujer diferente se acerca: temes.El corazón se acelera.La voz se quiebra.Los ojos lloran.Pero la deseo.Me he acercado a ella.Gimiendo como un niño indefenso.La he olido.Me he impregnado de su aroma.Y me asusta enamorarme.Cuando la abrace, el sello de ese amor será eterno.Nunca la soltaré, ni me soltará.Sé que un día tendré el valor.Y la degustaré.La disfrutaré.Le haré el amor.Y dormiremos juntos.Hasta el amanecer.Ensangrentados.Tintero de Sangre.

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