1324
0

Tu propia primavera.

Publicado el , 25 de Jun de 2012
Vengo a devolverte un guayacán convertido en palabras.
¡Cómo el amarillo puede ser tan intenso y reflejar alegrías en miradas hacia el!.
Amarillo, ¡salta! y vuela por las nubes que forman parejas; no te preocupes en volver,
ya después florecerás. 

En el jardín de guayacanes se encuentra la historiadora de tardes bellísimas,
tardes en las que la gente solía sonreír y compartir compañías en un pasto amigable.
Hoy, los culumpios han dejado de balansearsen y los pájaros de vez en cuando recuerdan su canción improvizada.

Sentada en el curioso jardín donde reposo en los colores del atardecer, cae en mis pechos la primera gota de intranquilidad, miro el cielo y diviso la tempestad venidera; los guayacanes se inquietan y empiezan a caer sus flores, una a una, como la despedida que nadie se espera...

La lluvia no cesa, los colores no viven y mi cabello cae al mismo tiempo que las últimas flores que vestían el amarillo guayacán.

Solo queda esperar la primera, Tú propia primavera.   
- Para realizar comentarios debes iniciar sesión con tu cuenta de InkSide -

Este poema aún no tiene comentarios

Sobre el autor

Alejandra Gaviria



- Leer más del autor -
Líneas en blanco.

Espero... espero... Que tus manos que construyeron amor, derrumben lo mismo. Por mi parte, veo como todo se cae, como tiras los muros y quedo bajo ellos. No leerás estas líneas, pues mientras te escribo, muestras tu sonrisa descaradamente. Ojalá nunca veas que tu alumna a la que ...

Recomendados