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Muerte en Medellín.

Publicado el , 29 de Dic de 2013
Y mientras tú te estremeces me vomito.

El consuelo se desvanece en un lánguido respiro.

Esta atmósfera parece trenes ya sin frenos,

Que destruyen, que protestan.

Y te apagas, ya te vas, ya te mueres despacito.



Las cortinas, los espejos, los balcones…

Las alturas, el sonido, los vagones…

Ellos ahí vivos insipientes de alegría;

No entienden las locuras de los muertos

Porque sus sonrisas están congeladas en las letrinas.




Huele a flores del olvido y  del entierro.

Apesta a merluza cuando pasas entre los sujetos…

Estas en las manadas y puñados;

Entre los zoquetes y vestuarios letrados.

Te encanta lo abundante, te perturba  lo minúsculo.

Y te sigues muriendo…Y te sigues apagando.




Un grito a la luna de cemento, un suspiro a los vidrios con destellos.

Una carcajada a las luces que calientan a muchas y a pocos queman.

Un guiño a una ciudad que solo me ha permitido vivir de locuras…

Y por último, una lagrima suicida que permita aliviar lo podrido.

Todo esto es muerte en Medellín. 
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Sobre el autor

Santiago

Demente por la buena escritura poética. Loco por las historias que encarna la rima.



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