Soy

No sé si quizá te has preguntado alguna vez el porqué de mi existencia en tu vida…

O cual es la génesis absurda de la flama que por ti se aviva.

No sé si es posible entender como piensas o como me ven tus ojos

Que tus labios me definan como algo más que simples despojos.

Que tu boca me diga quien soy..

Más allá de lo que tu sepas sobre lo que fui

Más allá de lo que yo para ti desee ser

que tu voz me guíe hacia donde voy

Soy, más allá de la conjugación del verbo ser en presente

Solo sé que puedo ser yo mismo con tenerte..

El segundo que muere en tu reloj cuando no estamos

La ciudad que nos separa, los caminos por donde vamos

Soy yo el idealista que ha susurrado sueños a tu oído

Que aunque muchos otros bajo tu sombra han vivido

Queriendo colonizar tu cuerpo, tus formas, tu piel

Soy el deseo de fundirme a tu alma y conocer el edén

Que con amarte no puedo saciar el hambre en Burundi o Sambia

Pero este deseo de ser evoluciona y crece… no cambia

Para traer la primavera a tu vida y llenar tu mundo de felicidad

y que esto que soy lo conozca toda la humanidad.

Soy… La pantalla de un teléfono donde exhalas, la brisa de la tarde,

Los 5 minutos de retraso para llegar a tus clases, el sol del mediodía que arde,

Las gotas de lluvia que lograron caer ayer sobre tu abrigo

El lugar al cual no sabes dónde ir en una vacía tarde de domingo.

Soy la delgada línea que separa tu sueño de la noche, el café amargo al desayuno

El recuerdo que te trae alguna amiga a la mente, el que te dice que como tú ninguno,

La llamada de 5 segundos donde dije “te extraño”.. La canción que cantaste esta mañana en el baño, y como si fuera poco soy el cielo que te cobija esta tarde con esas nubes grises que el corazón me parten.

Deseo ser lo que para mí tú eres, un todo conjugado en cada verbo dejando al pretérito imperfecto de lado y volver a ser contigo.. no atado, no enjaulado, libre de ser, libre de volar, de soñar, de inventar, de caminar sobre el dorso de mis manos mientras me escondo en tus párpados cada noche cuando el calor de tu mano sin una sola palabra me diga quien soy.

• Segmento IV